Hace 108 años más de un centenar de mujeres que reclamaban unas condiciones de trabajo dignas murieron calcinadas en una fábrica de Sirtwoot Cotton, en un incendio que se atribuyó al dueño de la fábrica como respuesta a la huelga.
Desde entonces ha habido más cosas que lamentar que motivos para celebrar, pese a los avances que poco a poco nos van acercando hacia la igualdad entre hombres y mujeres.
En este 8 de marzo queremos sumar las voces de nuestro Grupo de Reflexión de Hombres por la Igualdad y las del Grupo del Grupo de Hombres siglo XXI -ayer los recibimos- a la causa feminista, que es la causa de tod@s los que queremos un mundo más justo. Más que de celebrar, es hora de luchar, de seguir luchando.